Aun en riesgo de nuestra vida, logramos exitoso proceso electoral

A pesar de acontecimientos que estuvieron a punto de quiebre del proceso electivo, José Francisco Cermeñó Ayón, consejero-presidente del Instituto Estatal Electoral de Nayarit (IEEN), manifiesta satisfacción por el resultado del proceso electoral que inició el 7 de septiembre de 2020 y culminó durante junio del presente año con la entrega de actas de mayoría a los candidatos triunfadores de los diferentes cargos de elección popular.

Razona que los elementos fundamentales para el éxito de la encomienda fueron la firmeza en las decisiones, imparcialidad y buen trato. “Además en los siete consejeros ni en ninguno de los funcionarios del IEEN, candidato, partido o coalición encontraron persona a modo”. Es decir, la referencia es que en el pasado los partidos políticos acostumbrados estaban a tener incrustados en la institución elementos de su confianza para cualesquiera trámites o petición.

El pedimento del reportero de la gente al presidente del IEEN fue que hablara de sus experiencias sobre el proceso electoral citado por él como concurrente, primero en la historia de Nayarit por la conjunción de votaciones estatal y federal. Sumado a que Cermeño Ayón como presidente por primera vez asume esta responsabilidad.

Ha sido durante diez años consejero distrital en Tepic como en Santiago Ixcuintla. Establece diferencias: “En principio, es muy diferente ser consejero distrital con atribuciones limitadas a llegar como representante legal de una institución para atender en la práctica todas las áreas de administración, pero al mismo tiempo coincidir con el Instituto Nacional Electoral (INE) a través de un convenio de colaboración, ello le concede mayor complejidad a la elección. Al realizar elección concurrente con la federal, deberás tener mucho más cuidado que las etapas se cumplan con rigor, en este sentido el INE es demasiado estricto, aparte hay que radicar el dinero que ellos nos piden”.

Incumplir por parte del gobierno estatal la entrega del presupuesto al IEEN aprobado por la legislatura, correspondiente a 260 millones de pesos, fue la primera dificultad con que tropezó el árbitro electoral. La administración de Antonio Echevarría García se declaró en quiebra económica cuando ya había arrancado el proceso electoral local. “Esa parte fue un momento difícil, complejo, para mí y todo el equipo porque teníamos que darle rumbo a la elección sin todo el recurso y con los tiempos encima. No podíamos arriesgar a parar actividades una sola semana, por tanto nos aventuramos a licitar sin dinero. Sólo así pudimos salir justo a tiempo, muy a pesar de impugnaciones ante el Tribunal Electoral y que se fueron hasta la Sala Superior que nos provocaron de última hora el cambio constante de boletas. No sé qué hubiera pasado si nos retrasamos una semana o un mes en la definición de las licitaciones a proveedores, mismas que deben hacerse con mucha antelación. La libramos porque no paramos un solo día”. El gobierno estatal pudo ministrar dinero a través de partidas.

Otro obstáculo lo representó la pandemia del Covid-19. “Esto provocó que la mayor parte del personal trabajara desde su casa. De manera presencial aquí fungimos el secretario (Vicente Zaragoza Vázquez) que hizo una labor extraordinaria y su servidor, equipo de elecciones y personal de algunas direcciones. Nunca faltamos, muy a pesar que pusimos en riesgo nuestras vidas. Lamentable fue que doce personas al servicio de nuestra institución se enfermaron de coronavirus. En lugar de suspender actividades decidimos redoblar medidas de sanidad. Pusimos en práctica protocolo de sanitización, mediante la contratación de personal de seguridad obligamos su puesta en práctica. Al principio, la situación se nos complicaba cada vez que había registro de candidatos, quienes eran acompañados por mucha gente. En el momento que se les entregaba constancia de registro, les brotaba la emoción y empezaban los abrazos y besos, no les importaba la pandemia, menos el protocolo. Fue entonces que obligamos a la sanitización de entrada, pero también de salida”.

Otro momento crítico, relata Cermeño Ayón, fue la falta del hábito de los representantes de los partidos políticos de lidiar con árbitro electoral independiente de todas mañas y malas costumbres. “En la mayor parte de espacios, los partidos tenían incondicionales aquí, sin embargo se toparon con independencia total, por tanto la presión fue muy fuerte. Incluso buscaron evidencias nuestras de errores cometidos para la denuncia pública, pero jamás las encontraron. Nunca nos cargamos hacia un solo lado. En mi caso personal ello permitió mantenerme con la firmeza requerida y salir adelante. Al final en la elección local ganamos la confianza de coaliciones y partidos políticos, llegaron a sentirse como en su casa por la apertura y trato de respeto a todos.

Admite el entrevistado que para el éxito del proceso electoral mucho tuvieron que ver los siete consejeros electorales (mujeres y hombres), cada uno con preparación extraordinaria en su área específica. El presidente jamás hubiera podido solo con el paquete. Las decisiones fueron tomadas siempre de manera colegiada. “Se descartó la opinión presidencialista, se privilegió el juicio de equipo. Aunque pensamos diferente hubo el aporte especializado. El INE tuvo cuidado de escoger consejeras y consejeros con alto grado de capacidad y experiencia. La integración en la mayor parte de los acuerdos ayudó a obtener resultado feliz”.

En el proceso local de 2021 se registró un padrón electoral de 895, 312, en tanto se calcula que la votación en promedio superó el 53 por ciento.

El periodo de José Francisco Cermeño Ayón como consejo-presidente del IEEN vence el 24 de agosto de 2022. Una vez terminada esa responsabilidad, su objetivo será lograr un lugar en el Consejo General del Instituto Nacional Electoral. Tiene 23 años de experiencia en materia electoral, misma que cada día ha acrecentado. “Me gusta, me agrada, el ambiente electoral”, afirma.