A votar el día 1 de agosto por el sí…

Mis amigos preguntan el por qué hay que votar por el “SI” para el juicio político a los expresidentes mexicanos. Mi respuesta es doble. Primero porque es un ejercicio de la democracia con el cual tomamos una decisión para el ejercicio del Poder Público. Esta práctica, si la usamos, nos permitirá acabar con tanta corrupción en el Estado Mexicano y sobre todo en sanear al INE, al TRIFE, a la SCJN, al PODER LEGISLATIVO, a los GOBIERNOS LOCALES, etc. Y segundo, para hacer justicia de tanta injusticia a los mexicanos al través de los gobiernos pri-ístas y pan-ístas de los últimos 40 años, en concreto, desde Miguel D de la Madrid hasta Enrique Peña Nieto, pasando por Fox y Calderón.

Se me vienen a la mente los recuerdos de las víctimas de los atropellos del Estado Mexicano. La masacre de Acteal en la década de los 90 del siglo pasado. La colocación de los 45 ataúdes en el fondo de la zanja que con sus propias manos los sobrevivientes habían cavado. 20 niños fueron asesinados, y los deudos colocaron juguetes, cobijas y guajes dentro de sus cajas. Entre sollozos y oraciones la gente narró la masacre y el horror que vivieron esa noche.

Me vienen los recuerdos de los campesinos masacrados en Aguas Blancas; de los cuerpos destrozados por la metralla en las masacres del El Charco y el Bosque también en la década de los 90 del siglo pasado. Me vienen los recuerdos de la tortura y violencia sexual a las que fueron sometidas las mujeres de Atenco; de los 25 niñas y 24 niños que no debieron de haber muerto, de la Guardería ABC, todos en la década de los 2000. Los recuerdos de los 15 adolescentes masacrados en Villas de Salvacar; de los dos estudiantes del TEC de Monterrey que para justificarse el ejército, dijo que estaban “armados hasta los dientes”; de los 300 desaparecidos de Allende; de los 22 fusilados en Tlatlaya; de los heridos a los que la policía federal remató en Tanhuato y en Ecuandureo, en la década del 10 de este siglo. 

Me vienen a la mente los recuerdos de los que en Apatzingán “mataron como perros” los federales; de los 43 normalistas de Ayotzinapa, de la sangre que a causa de la guerra de Calderón se sigue derramando, de las heridas morales y emocionales de los mexicanos qye tardarán generaciones en cerrar.

También me viene a la mente el saqueo que las camarillas de políticos del PRI y del PAN han hecho a través de sus gobiernos; de los sobornos y saqueos de la empresa brasileña Odebrecht y de la empresa española Iberdrola; del remate de los bienes nacionales; de la destrucción de PEMEX y CFE; de la demolición del sistema de salud pública; de los negocios de las medicinas; de la espantosa desigualdad social; del cinismo de los empresarios involucrados en la corrupción.

Por todo esto y algunas cosas más que se me pasaron, este 1 de agosto voy a votar por el “SI”. En fin.