Viaje de las ideas

A menos de 2 años de que los colimenses acudamos a las urnas para renovar la gubernatura, ya se mencionan aspirantes de, por lo menos, los dos partidos políticos que ocupan los principales espacios de poder: el PRI y el PAN.

En el abanderamiento oficial sobran los nombres: Rogelio Rueda, secretario general de Gobierno; Ignacio Peralta, subsecretario de Comunicaciones; Federico Rangel, presidente municipal de Colima; Arnoldo Ochoa, diputado federal; Mely Romero, senadora, y Nabor Ochoa, diputado federal.

En el PAN, aunque hasta este momento sólo Leoncio Morán, ex alcalde capitalino, levantó la mano para anotarse, no se descarta que, ya entrando en calor, también se apunten el alcalde porteño Virgilio Mendoza, el regidor capitalino y eterno aspirante Pedro Peralta, y el senador de primera minoría, Jorge Luis Preciado Rodríguez.

Por lo que hace al negroamarillo, es evidente la ausencia de aspirantes o, como decían los cronistas políticos de antaño: está flaca la caballada. Lamentable, pero si Indira Vizcaíno cumpliera el requisito legal de edad, sin duda encabezaría el mejor proyecto y liderazgo para Colima, por arriba de los anteriormente mencionados.

Pero, en sentido estricto de justicia política, que implica la exigencia de la alternancia colimense, debemos decirlo a tiempo: ninguno de los mencionados de PRI y PAN le garantizan un cambio al estado de Colima. Hablamos de acabar con la inseguridad, la opacidad en el manejo de los recursos públicos, la pobreza, el rezago educativo, el total abandono del campo colimense y, por supuesto, el inicio de una nueva era en la concepción y la praxis del ejercicio público.

A los priistas ya los conocemos de toda la vida, pues siempre han gobernado nuestra entidad; a los panistas los ubicamos por su gobierno en los principales municipios, amén de que, si en Colima todos nos conocemos, los cuatro albiazules mencionados traen sobre sí padrinazgos priistas; los del PRI no necesitan carta de presentación y los azules acabaron con la esperanza de ciudadanos de los municipios que gobernaron y gobiernan; a estas alturas, los ciudadanos, aquellos sin partido que, desde hace décadas, vienen votando contra el PRI, pero que están desilusionados con Acción Nacional, observan opciones diferentes, que se encuentran en el ámbito de la sociedad civil.

Para decirlo en otras palabras: si a nivel federal ya fueron aprobadas las candidaturas ciudadanas o independientes, bastaría que en Colima se ponga manos a la obra, para que una reforma política garantice los derechos a contar con candidaturas ciudadanas, comenzando por la gubernatura.

Sólo así, una vez que a Palacio de Gobierno y a Casa Galván llegue como huésped un ciudadano sin partido político, Colima entraría en una etapa de esperanza y cambio.

PUNTO Y RAYA

Ayuntamiento capitalino adeuda becas escolares Apenas comentábamos que Pensiones de Gobierno del Estado anda por la calle de la amargura, afectando a trabajadores que requieren de algún crédito, cuando una madre de familia se nos acercó para pedirnos que, por este espacio, le recordemos a Federico Rangel que ya estamos por iniciar el nuevo ciclo escolar, pero las becas escolares del último tercio del ciclo anterior siguen brillando por su ausencia.

No para la maquinita de sumar muertos La semana pasada, se reunió el gabinete de seguridad, encabezado por Mario Anguiano. Trascendió que se hizo esta pequeña cumbre para prevenir el efecto cucaracha, dadas las condiciones de guerra civil prevalecientes en el vecino estado de Michoacán. ¿Qué tiene que voltear a tierra tarasca, Mario Anguiano, cuando aquí, en Colima, todos los días trabaja la maquinita de hacer muertos?

¡Hasta la próxima!