Viaje de las ideas

Van por la cabeza de Leonardo

COMO siempre, tal y como llegó al poder el grupo hegemónico al mando de la máxima Casa de Estudios de Colima, no niega la cruz de su parroquia: con su modus operandi, lo que estorba lo quita. La forma es lo de menos. En la década de los 70, sus miembros tenían como diálogo las amenazas, los golpes y los balazos; con el tiempo se fueron perfeccionando, sin dejar de ser los mismos depredadores –en su sangre llevan la naturaleza del alacrán–, si no, pregúntenles a los estudiantes denominados “Grupo Morelos”, quienes, muchos de ellos, en el 85 tuvieron que emigrar a otras universidades del país, por motivos del cese de su matrícula.

El acto más reciente de represión lo padecimos en la persona del periodista Pedro Zamora Briseño, a quien, sin decir agua va, le quitaron sus horas-clase que venía ejerciendo en la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima.

En este estadio de cosas, se desarrollan algunos fósiles con cuerpo de porros, que bajo las órdenes del nuevo reptor, se han movilizado a pasos agigantados en la intentona por defenestrar al actual dirigente del Sindicato Único de los Trabajadores de la Universidad de Colima. En ello, llama la atención que los que hasta hace unos días eran sumisos incondicionales de Leonardo, ahora estén siendo utilizados para salir, con voz en cuello, con que su hasta hace poco jefecito, debe entregar ciertas cuentas sobre el manejo de las finanzas del sindicato de nuestra Alma Máter.

Nos referimos, concretamente, a Jorge García y El Johnny, dos individuos que formados en el “sí, señor”, hasta hace unos días se le tendían como tapetito a Leonardo Gutiérrez, y ahora se olvidan de las exigencias del SUTUC, con relación al paradero del dinero del Fosap, y pretenden desviar la atención con su cuento de que el dirigente debe rendir cuentas sobre lo propio del sindicato.

Primero una cosa, y luego la otra. Porque hay que recordar que lo que realmente tiene molestos a los últimos tres ex rectores es el hecho de que, inusitadamente, Leonardo se atrevió a poner los puntos sobre las íes, en torno al manejo de un fondo millonario (Fosap) de los trabajadores, que ve tú a saber dónde está, y que, se presume, habría sido utilizado para proyectos personales que derivaron en emergentes empresas.

Los colimenses deben estar vigilantes para evitar que esta artimaña distractora contra Leonardo Gutiérrez, se consolide como una cortina de humo para la desmemoria sobre los millones de pesos del Fosap, que andan por ahí, engrosando la riqueza de figuras deshonestas. Por su parte, los universitarios deben cerrar filas con su dirigente sindical, y no caer en el garlito que quieren venderles aquellos de triste memoria porril.

PUNTO Y RAYA

¿Se sostendrá Salvador Fuentes? Como dice cierta canción: “De reversa, mami, de reversa”. Resulta que el CEN del PAN decidió no disolver, siempre, el Comité Estatal, y acordó convocar a una nueva elección en un plazo no mayor a 50 días. Si esta decisión fue la correcta, eso debieran explicarlo a los ciudadanos aquellos panistas que andan con la calentura alta, montados en futurismos electoreros “ciudadanos” y que se toman la fotito en uno y otro restaurante colimote; decimos esto, porque hasta hoy, los panistas, en lugar de dar una explicación creíble sobre sus cochinadas, quieren adelantar 2015.

No dudamos que Jorge Luis Preciado, operador de Pedro Peralta Rivas, haya sido quien movió los hilos para que el CEN desconociera a los marrulleros del CDE albiazul. Tampoco dudamos que, en la etapa que viene, estos dos panistas, Pedro y su senador, hagan hasta lo imposible porque el alcalde de Coqui, Salvador Fuentes, les pague su traición. Júrelo usted que en estos días, los jerarcas del CEN ya se andan dando golpes de pecho por cierta denuncia, de supuesto acoso sexual, que un muchachito habría interpuesto en la PGJE y que fue filtrada a los medios.

Los rencores de Mario Quienes nos informamos puntualmente sobre las actividades políticas y gubernamentales, fuimos enterados que recientemente, Mario Anguiano se apersonó en una comunidad de Cuauhtémoc, entregando presentes cual santaclós, y jamás dio parte de su evento, ni de vacilada ni de cortesía, a la alcaldesa Indira Vizcaíno. Mario ha de tener suficientes razones para no estar contento con la presidenta municipal; la principal, no dudamos, tiene que ver con que en Cuauhtémoc sí se practica el gobierno austero, la transparencia, la garantía de los derechos humanos, la honestidad y la consulta ciudadana.

No buscar nuevos cargos Ahí te hablan, Federico Rangel, más claro, no se puede. ¡Hasta la próxima!