Así como se prohíbe la publicidad de cigarrillos y licores, también la de los refrescos

Ya tiene varios años que se prohibió todo tipo de propaganda de cigarrillos, así como de vinos y licores, prohibición que ya no permite anuncios de estos productos tanto en televisión, así como cines, medios impresos de todo tipo, carteles y hasta que se exhiban a la venta las cajetillas de cigarrillos, esto último es algo que al parecer no ha funcionado, pues en la mayoría de comercios y tiendas de conveniencia y abarrotes se muestran como siempre.

Queda claro que tanto el cigarrillo como el consumo de todo tipo de bebidas embriagantes son muy dañinos a la salud; sin embargo, hay otro tipo de bebidas que, de acuerdo a estudios y publicaciones se ha dicho que si bien no nutren en nada al organismo humano, existe la posibilidad de que sí lo perjudiquen seriamente debido a su alto contenido de azúcares, edulcorantes, sabores y colorantes artificiales, así como añadidos químicos que no se especifican claramente en sus envases, como en los que vienen en botellas de vidrio.

Se entiende que hoy en día la mayoría de los productos empaquetados y que son para consumo humano, tales como panes, botanas, comida enlatada, sopas instantáneas y un largo etcétera de estos productos industrializados, por sus altos contenidos químicos de los que también se ha documentado, muchos de ellos están considerados como cancerígenos; eso se ha dicho constantemente y, hasta ahora, ninguna compañía de comida y alimentos industrializados lo han desmentido.

Últimamente se ha dicho que el consumo de cigarrillos entre las nuevas generaciones se ha reducido considerablemente; el problema es que gran parte de estas nuevas generaciones han puesto su atención en los llamados cigarros electrónicos o vapeadores que, según se ha documentado ha resultado ser mucho más dañinos que los mismos cigarrillos debido precisamente a que según los estudios al respecto, se apoyan también en contenidos químicos que dañan en gran medida al cuerpo humano.

En cuanto a la venta de bebidas alcohólicas, al parecer su consumo no se ha reducido, sino al contrario ¿y por qué? Pues si bien la publicidad está prohibida, no así los depósitos cerveceros y licorerías, ya no se diga cantinas o centros botaneros muchos de los cuales funciona hasta de ámbito familiar que hace que los menores de edad que acompañan a sus familiares mayores, ven con naturalidad como esas personas mayores consumen cerveza o todo tipo de vinos, por lo que los infantes se van formando una idea de que hacer eso es algo “normal”. Pero no nada más en los botaneros o restaurantes donde se consumen bebidas alcohólicas los menores se forman esta idea, sino en sus mimos hogares al ver que sus papás y demás familiares mayores fuman y toman y más, si hay alguna reunión o festejo.

Y también los menores de edad ven con naturalidad cómo se fuma en las películas que ven por televisión o en el cine; en televisión sobre todo en películas antiguas o de la llamada época de oro del cine nacional en donde la mayoría de sus personajes aparecen fumando y no nada más cigarrillos, sino hasta marihuana, como en la película “Nosotros los pobres”, en donde el actor Miguel Inclán, en el papel del padrastro de Blanca Estela Pavón, en el papel de Celia, la Chorreada, se ve en las escenas quemando mota que es un contento como lo más normal de aquellos tiempos de los años 40 del siglo pasado.

Respecto a lo de las bebidas refrescantes no alcohólicas, vulgo, refrescos, cuya publicidad circula en todos los medios e incluso hasta en las redes sociales nadie dice nada, siendo que hay voces que señalan como muy dañinas estas bebidas, pero al parecer la industria refresquera en tan poderosa que la ha convertido en intocable.

No por nada recientemente en las redes sociales y algunos portales de internet ha salido una nota en donde una organización denominada como “El poder del consumidor”, ha solicitado formalmente Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), cancelar la caravana de un refresco de cola que, por cierto se dice que es el que más se consume en nuestro país, pues esta organización acusa a esta refresquera de “violar la ley y fomentar hábitos poco saludables en niñas y niños”.

Pero el problema de este fomento no es de niñas y niños, sino de sus padres que los inducen a beber este nocivo refresco acompañado con fritangas, muchas de las veces hasta en vez de agua natural, lo que deviene, de acuerdo a estudios, en males renales, obesidad, caries y hasta diabetes, entre otros males secundarios.

Sea pues. Vale.