Tepic, Nayarit, jueves 28 de marzo de 2024

Medios de comunicación e Internet en Nayarit

Joel Salas

06 de noviembre de 2013

Hoy es difícil determinar con precisión el impacto generado por las redes sociales en el funcionamiento de los medios de comunicación en Nayarit, o su incidencia en el sistema político. Lo que sí podemos constatar en la práctica, es que en los últimos años, la irrupción de Internet en el espacio público local ha trastocado los modelos verticales de comunicación y participación política que prevalecieron desde la segunda mitad del siglo XX.

La ruptura es mayor. Hoy apenas podemos otear las consecuencias. Internet erosionó estos modelos por dos razones: sepultó el monopolio de intermediación en la comunicación que ejercían los medios masivos; abrió la posibilidad de conectar de forma inmediata y directa a cientos, miles o millones de ciudadanos a partir del interés común en un tema, o en una causa específica.

A lo largo del siglo XX, primero la prensa, luego la radio y después la televisión ejercieron la tutela en la producción y difusión de información a públicos amplios. Si el gobierno, los partidos políticos, una empresa, una organización social, o un individuo querían transmitir un mensaje a una gran audiencia, tenían que pasar por la intermediación de alguno de estos medios. Este monopolio lo rompió internet. Hoy basta construir un video, audio, o mensaje que interpele a un público amplio y al instante puede ser visto, escuchado, o leído por cientos, miles o millones de personas.

Esta posibilidad que dio Internet a la ciudadanía de establecer un diálogo directo entre sí, sin la intermediación de los medios masivos, trastocó la forma tradicional de participación política. Potenció la posibilidad de organizar la acción ciudadana al margen de los partidos y gremios; ejercer y dar cauce a la protesta; exigir el respeto a derechos fundamentales y; estructurar un nuevo espacio (difícil de controlar) para alimentar el debate y la opinión pública.

A diferencia de los medios tradicionales, donde la comunicación siempre fue unidireccional y su objetivo entregar un mensaje a la audiencia, hoy la comunicación en internet es bidireccional y busca incentivar la participación y la colaboración.

La fisura a los modelos tradicionales de comunicación y participación en Nayarit la podemos ubicar en diversos episodios que se sucedieron a partir del segundo lustro del nuevo milenio. Presentaré una síntesis a manera de hipótesis. Quizá todo inicia con los diferentes desafíos que enfrentó el modelo de comunicación vertical implementado por el titular del ejecutivo durante el sexenio anterior.* De forma coyuntural y espontánea, diversos activistas y ciudadanos empezaron a cuestionar vía redes sociales la brecha existente entre la dura realidad vivida por muchos nayaritas y la imagen idealizada de bonanza y modernización que el gobierno quería proyectar con intensas campañas publicitarias.

Consciente del daño que podía causar a su modelo la canalización de la protesta vía redes sociales, el titular del ejecutivo abrió en mayo de 2009 una cuenta en Facebook y a partir de ella buscó mantener centralizada la comunicación. Su táctica fue sencilla.** Primero organizó una serie de rallys virtuales para aumentar sus seguidores. Después empezó a informar desde esa cuenta decisiones de gobierno relevantes desplazando las conferencias de prensa o los boletines como medios de transmisión del mensaje. Finalmente utilizó la plataforma de Facebook para entablar él y su esposa un diálogo directo (en teoría) con la ciudadanía y derivar peticiones a funcionarios de su gabinete.

Enrique Hernández Quintero apuntó con claridad en un par de artículos, cómo la nueva forma de participación política vía redes sociales se manifestó con fuerza en diciembre de 2009 con la organización de “ciberturbas” para “boicotear eficazmente la asistencia a eventos masivos” y en 2010 con la organización de otro tipo de protestas.***

La serie de episodios violentos que se sucedieron en el estado a partir del 21 de enero de 2010, fue lo que dio pauta a la configuración contingente de un nuevo modelo de comunicación y participación sustentado en Internet. Ante la dramática espiral de violencia, el gobierno buscó endurecer el control de la información reportada por la prensa, la radio y la TV. La disparidad entre lo comunicado por la mayoría de los medios y lo percibido por los nayaritas en las calles generó una creciente demanda de información sobre lo que en realidad sucedía en el estado.

En esta coyuntura algunos portales de noticias en Internet se convirtieron en plataformas desde las cuales la ciudadanía informaba en tiempo real y alertaba sobre los sucesos de violencia registrados en las calles. Mensajes, audios y vídeos que circulaban en las redes sociales dando cuenta de las disputas entre las bandas del crimen organizado eran retomados por los portales de noticias en internet. Puesta la noticia, la ciudadanía recurría a ellos para confirmar el episodio o refutar los hechos.

La brutalidad de la violencia propició que muchos ciudadanos en Nayarit recurrieran a las redes sociales para condenarla y exigir una respuesta efectiva del gobierno para erradicarla. En diversos episodios de violencia el esquema tradicional de comunicación gubernamental se vio rebasado por la imposibilidad de informar la “realidad” que se vivía en las calles. Al participar directa o indirectamente en la denuncia de la violencia vía redes sociales, múltiples ciudadanos descubrieron en la practica el potencial de esta herramienta para exigirle cuentas al gobierno sobre su desempeño.

Si esta hipótesis es plausible, para concluir señalemos un par de desafíos dando por sentado que existe consenso sobre la imperiosa necesidad de cerrar la brecha digital en el estado:

1. Participación: con el cambio de administración y el regreso de la tranquilidad a las calles, diversos grupos han utilizado las redes sociales para contener posibles excesos de la autoridad. Pienso en dos hechos. El impedimento a la transformación del parque de la “Loma” en Tepic y la creación simbólica del “Parque de la Dignidad” en esta misma ciudad. Si bien estas acciones revelan la consciencia ciudadana de lo fácil que es organizar hoy una protesta,**** considero todavía no se maximiza el potencial de internet para lograr acciones de impacto real y sostenido en las decisiones que toman el Legislativo y el Ejecutivo.

2. Comunicación: el gobierno debe modificar su estrategia de comunicación. Es inverosímil que se mantenga un gasto excesivo en publicidad oficial para producir y transmitir mensajes en los que cada día menos nayaritas cree. Desde la sociedad, las redes sociales se han convertido en la fuente principal de información, discusión y análisis. Sin embargo muchos de los contenidos que circulan en ellas parten de supuestos, rumores y/o intrigas. Entiendo que ante la cantidad de dinero público que invierte el gobierno en publicidad, estos recursos sean tácticas válidas para desafiar su narrativa. Sin embargo, es necesario que los contenidos que circulan en redes sociales provengan cada vez más de información bien documentada que permita elevar el nivel del debate público. Dicho de otra manera, hasta hoy las redes sociales han sido un poderoso instrumento para criticar los abusos y excesos de la autoridad. Falta que con la información que circula en redes sociales se potencié una crítica constructiva que aporte elementos para mejorar el desempeño del gobierno. También queda pendiente el que algunos portales de noticias en Internet que tuvieron éxito durante el trágico periodo de violencia, regresen del lado de los ciudadanos y retomen su vocación crítica y de tutela de la forma como se ejerce el poder en Nayarit.

@joelsas

* Ver http://bit.ly/HsVt4A y http://bit.ly/1dPtARI
**La reconstruyo a partir del análisis de una serie de notas de prensa e interpretando lo planteado por el propio ex gobernante en esta presentación: http://www.neygonzalez.com/ngs_fennamm_final.pdf
*** Ver http://bit.ly/HsVt4A y http://bit.ly/1dPtARI
**** Esta idea intente desarrollarla para el caso del Parque de la Dignidad. Ver http://bit.ly/19V9UHN

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