Tepic, Nayarit, sábado 20 de abril de 2024

Desde adolescente quiso ser alcaldesa, y lo logró

Oscar González Bonilla

29 de Junio de 2016

A temprana edad, Ivideliza Reyes Hernández tuvo en mente metida la idea de ser presidenta municipal de La Yesca. Pretendía el poder con el propósito de “acabar con muchos vicios”, pero también le bullía el interés de regresar felicidad a su pueblo, que a ella concedió desde su niñez.

Con apenas quince años de edad, en tránsito de secundaria a preparatoria, Ivideliza tomó plena conciencia de la situación en que se desarrollaba la vida de quienes habitaban en ese tiempo (1963) el municipio de La Yesca. Muestras de rebeldía contra el sistema político-social establecido dio la chamaca al tomar por asalto el micrófono en reuniones públicas para hacer patente su inconformidad con el mal gobierno.

Expone: “Siempre mi queja fue en reclamo por el abandono de los servicios básicos (seguridad pública, uno de los principales) que deben ser proporcionados a los habitantes sin ninguna discusión por el municipio con estricto apego a los preceptos constitucionales. Ello incendió mi interés por cambiar el rumbo”

Luego cuenta que en el municipio de La Yesca no había elecciones, común era aquel tiempo en Tepic la reunión de cinco a diez personas del PRI para entre ellas acordar  quién sería el próximo presidente municipal, y enseguida sólo esperar el acto protocolario de toma de protesta. “Muy evidente que asumía el poder sin compromiso alguno con la ciudadanía”.

Ivideliza Reyes Hernández actualmente es diputada del Partido Acción Nacional (PAN) en la trigésima primera legislatura. Nació en Puente de Camotlán, municipio de La Yesca, el 21 de diciembre de 1978. Es hija de Angélica Hernández Serrano y Daniel Reyes Perales, matrimonio que procreó nueve vástagos.

Su padre es propietario de una ganadería, ha dedicado la mayor parte de su vida a la cría de ganado, pero con mayor énfasis a la compra-venta, actividad que heredó de su progenitor. Practica la agricultura, pero sólo para producir alimento a las reses. Ser ganadero, al papá de Ivideliza le permitió entregar satisfactores a su familia, sobre todo ofrecer una vida sin muchos sobresaltos económicos.

Ella recuerda infancia feliz, en Puente de Camotlán cuando niña jugó en la calle sin preocupación alguna, bañarse en el río fue otra satisfacción, subir a árboles frutales es también sentimiento de placer. “Muchos creen que por ser niños de la sierra sufrimos hambre, cuando es todo lo contrario, la naturaleza nos ofrece en abundancia lo que requerimos para vivir. Pero es obvia la existencia de lugares del municipio con precaria situación económica, donde la subsistencia es más difícil”.

En el lugar de su nacimiento, poblado más importante del municipio de La Yesca, Ivideliza estudió desde preescolar hasta preparatoria. Era necesario continuar su preparación académica. Para ese entonces el recorrido de Puente de Camotlán a Tepic se hacía en doce horas, viaje que implicaba riesgos, por eso su familia decidió que continuara estudios en la ciudad de Guadalajara, Jalisco. Ingresó a la Universidad Autónoma de Guadalajara donde se graduó de Licenciada en Derecho. “Soy abogada, salí a prepararme con la intención de regresar para darle algo a mi pueblo, en agradecimiento por toda la felicidad que me dio, por eso la idea de ser presidenta municipal”.

Enfilada en ese singular propósito, Ivideliza Reyes Hernández se integró a grupo de personas entusiastas que se dio a la tarea de fundar en La Yesca el Partido Acción Nacional (PAN). Hoy se enorgullece de haber sido iniciadora del partido exitoso en aquella zona de la sierra nayarita.

La Yesca se abrió a la democracia, ahora el presidente municipal sería electo por el voto del pueblo. Con agallas a Ivideliza le correspondió encabezar la campaña electoral panista. “Cuando invitábamos ir a votar, a la gente le causaba extrañeza, no sabían cómo hacerlo, mucho menos la trascendencia e importancia del sufragio. Considerábamos que esa parte de la democracia de que los ciudadanos eligieran su gobierno, nos llevaría a mejorar condiciones de vida, objetivo que se ha cumplido porque ahora la autoridad municipal tiene compromiso con sus electores”.

Hubieron de pasar 24 alcaldes y justo 75 años en la historia de los ayuntamientos  para que al fin en 2005 Ivideliza Reyes Hernández lograra su sueño largamente acariciado: ser alcaldesa del municipio de La Yesca. En ese tiempo 25 años era su edad, ganar la elección no fue fácil por su condición de mujer, porque admite que el municipio serrano mostraba reticencia a ser gobernada, sobre todo, por una mujer joven. “No fue sencillo que la gente creyera en una mujer”.

Para llegar a ser candidata del PAN debieron transcurrir diez años durante los que Ivideliza se entregó con pasión al trabajo político y a la lucha social con la firme idea de mejorar las condiciones del municipio, hacer algo diferente a los gobiernos municipales priistas. “Los ciudadanos vieron que tenía la preparación y, sobre todo, el amor por el municipio, el desmedido interés de cambiar las cosas. No fue sencillo que la gente me apoyara con su voto, pero creo que mucho influyeron los años de trabajo y lucha que me respaldaban”.

A la interrogante sobre los problemas más difíciles a que se enfrentó como alcaldesa, Ivideliza desenrolla la respuesta: “Híjole, fueron varios. Por ejemplo, no soporto ver a una mujer cargando en la cabeza un balde de agua rumbo a su casa. Eso me deprime, por tanto me propuse la meta de que no hubiera una comunidad donde las mujeres en la cabeza acarrearan el agua. Llevamos el agua entubada a cada una de las viviendas de muchas comunidades. Fue un gran reto, porque ante la escasez de recursos dediqué buen tiempo a gestionar apoyo económico para la solución de ese problema”.

Otro difícil conflicto al que se enfrentó, fue el de que muchas comunidades, las más de habitantes indígenas, sin carretera tan siquiera de terracería para en vehículo sacar a sus enfermos: ancianos, mujeres y niños. Lo hacían a lomo de bestia, por consecuencia muchas personas finaron en el trayecto antes de recibir atención médica. “Vivían en pobreza, en una desesperante situación de miseria”.

Por ello, Ivideliza se emperró en atenuar el sufrimiento. “Con energía me organicé para encontrar solución, toqué puertas en la ciudad de México, anduve por todos lados, hasta bajar programas de apoyo. Me siento orgullosa de decir que cuando fui presidenta municipal logré introducir el agua potable al cien por ciento de las localidades donde no había, pero además que todas las comunidades más alejadas tuvieran camino de acceso, al margen del camino de herradura”.

Pero además enorme satisfacción siente haber elevado del 40 al 90 por ciento la instalación del alumbrado público en el municipio, así como haber construido puentes sobre el río Santiago que evitaron la incomunicación de meses con otros municipios y comunidades locales. Pese a que durante su gestión no pudo la pavimentación de 20 kilómetros de carretera a la cabecera por conflictos de tenencia de la tierra, Ivideliza lamenta que La Yesca en ese rubro sea el más atrasado de Nayarit y el único municipio del país sin una carretera pavimentada.

Terminado el periodo como alcaldesa, Ivideliza Reyes Hernández fue postulada (2009) por el PAN su candidata a diputada por el tercer distrito electoral federal (comprende once municipios), donde triunfó en las urnas por mayoría relativa. En 2014 ganó también por mayoría la elección de diputada por el cuarto distrito electoral local.

Pedida su opinión sobre la actual trigésima legislatura, sin rodeos dijo: “Híjole, la verdad no estoy orgullosa de ella ni del trabajo en conjunto, porque veo al Congreso como si fuera una dependencia más del Gobierno del Estado, y no un poder autónomo. La mayoría priista obedece a ciegas al gobernador Roberto Sandoval, por consecuencia la productividad legislativa es muy pobre”.

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