Chisgarabís

OTRA DE LA POLICÍA VIAL DE CASTELLÓN

Hace algunos días, en mi barrio, por la calle Esteban Baca Calderón de Infonavit El Mirador se presentó una motorizada agente de la Policía Vial del Ayuntamiento de Tepic para de inmediato solicitar la grúa con insano propósito de ordenar el arrastre de un automóvil estacionado por la rúa citada.

Ni tarde ni perezosa actuó la mujer Policía Vial Municipal, muy a pesar del reclamo de vecinos que exigían explicación al accionar que consideraban injusto. Y entraban en defensa porque de la familia, propietaria del auto, ninguno de sus integrantes se hallaba en su domicilio por razones de trabajo. Familia que por su ejemplar conducta, se ha ganado respeto y admiración de algunos vecinos.

Hubo quien llamó a la corporación para solicitar su intervención a fin de quitar del lugar al estacionado automóvil desde hacía días, muy a pesar de no representar incomodidad para ninguno de los habitantes de la acera donde se encontraba. Ocupaba un espacio en la zona donde dos casas se unen, es decir, retirado de la puerta de entrada de una y de la cochera de otra.

Sin embargo, a alguno de los vecinos que habitan casa en la acera de enfrente, con propiedad de vehículo, le pareció que el auto estacionado hacía más reducido el espacio del paso de vehículos en esa calle de doble sentido en la circulación, por tanto el riesgo es, sobre todo en la noche, que alguno de los que por allí transitan le pegue golpe, le vuele espejo retrovisor o cuando menos talle el coche suyo.

Ante ese eminente peligro, demandaron  la intervención de la Policía Vial del Ayuntamiento de Tepic para levantar el auto durante días estacionado, seguro por alguna falla mecánica. Se lo llevaron con grúa. El dueño, al tener conocimiento de ello, fue a la sede de la corporación en La Cantera, donde le argumentaron una mil razones para justificar su proceder. En contrario, a todas dio respuesta positiva.

Finalmente le aplicaron una multa de mil trescientos pesos (500 a la policía vial, 200 por arrastre de la grúa y 600 al corralón) que tuvo que cubrir para recuperar su automóvil. Se cumplió el capricho de una persona y asunto que terminó. El afectado considera que el monto a pagar establecido es arbitrario, porque no tiene fundamento en ordenamiento legal alguno.