Sin recursos para festejar al Héroe Ferrocarrilero

Este 7 de noviembre se cumplió un año más de la gesta heroica del llamado Héroe de Nacozari Jesús García Corona (1881-1907). Anteriormente este día era esperado con ansias por la gran masa trabajadora ferrocarrilera debido a los festejos que se organizaban en las ciudades y poblaciones por donde pasara el tren.

Sin embargo, a partir de noviembre de 1998 todo comenzó a cambiar en cuanto a los festejos. Primeramente por la desazón que siguió a la concesión a la Iniciativa Privada (IP) de los ferrocarriles en territorio nacional, debido a que muchos trabajadores habían quedado fuera de la nueva concesión, y si bien sí hubo festejo ese año, ya no fue igual ni los demás años hasta nuestros días.

Ignoro cuándo se comenzaron los festejos, lo que sí sé es que desde niño supe que todos los años el 7 de noviembre era un día de fiesta en las estaciones y zonas aledañas. Como aquí en Tepic que desde las 00:01 horas se empezaba a festejar esta fecha poniendo petardos sobre los rieles para que los tronaran las unidades de arrastre o las locomotoras haciendo un gran estruendo por tronarse en horas de la madrugada que, por la quietud reinante se hacía más ruido; pero era el festejo ferroviario por excelencia y ni quien protestara de los vecinos que aunque a algunos le molestaran los ruidos, tal vez aplicaban aquello de que tras advertencia no hay engaño. De parte de los vecinos pertenecientes a la gran familia ferrocarrilera no había tos, pero de los que se habían cambiado a las inmediaciones de la estación del ferrocarril, pues se tenían que aguantar ese ruido de la tronada de petardos.

Y desde temprano, en el andén de la estación se comenzaban a formar grupos de trabajadores para asistir a los torneos deportivos y de competencias de diversos tipos que se organizaban tanto en el ahora llamado Campo Moscú 80, a espaldas de lo que era el taller de máquinas, así como en el Club Deportivo Ferrocarrilero, enfrente de la estación, culminando con sendos bailes en donde hasta dos grupos musicales llegaron a alternar. Sin embargo, todo eso acabó tal vez debido a la falta de organización, pero más por la falta de recursos económicos proporcionados una parte por el sindicato ferrocarrilero y otro tanto por la empresa ferroviaria Ferrocarril del Pacífico y que devengó en Nacionales de México ya casi al último de su desaparición como empresa paraestatal para dar paso a la IP con una nueva concesión, a la que al parecer ya no le interesó en lo absoluto proporcionar algún tipo de ayuda para dichos festejos.

Hoy lució solo el Club Deportivo Ferrocarrilero en donde al menos cada año se celebraba esta fecha, porque no hubo recursos de parte del sindicato debido a que se llevó a cabo el cambio de mesa directiva en las secciones sindicales en todo el país y, como se dice que hay un gran descontento entre los ferrocarrileros activos debido a que siguieron los mismos dirigentes en el sindicato a nivel nacional, pues no hubo nada que festejar, ya que precisamente por ese cambio de mesa directiva se puso de pretexto de que no había recursos que repartir a las secciones y delegaciones, de las que forma parte Tepic, pues aquí es una delegación de la sección 14 de Mazatlán, Sinaloa y de la 33 de Guadalajara, Jalisco.

Pero aun así de que no hubo ningún tipo de festejo, de todos modos llegaron varios compañeros al Club Deportivo Ferrocarrilero nada más para comentar el triste caso de que la dirigencia nacional del sindicato no había hecho caso al oficio que se le mandó para ver la posibilidad de una ayuda económica y así poder festejar este día. Se dijo que quienes habían enviado el oficio solicitando recursos para el festejo, al ver que no les llegaba respuesta o que esta había sido en forma negativa, se hubieran dado a la tarea de organizar una coperacha entre los trabajadores y así organizar algo, para poder volvernos a saludar entre compañeros que por lo regular cada año nos vemos o quizás hasta más con algunos otros y así contarnos anécdotas y desde luego comer gente; pero nanay, nada de nada hubo hoy; y más porque la mayoría de quienes se podrían haber organizado son por lo regular jubilados y pensionados cuya economía es muy precaria por lo raquítico de las jubilaciones y pensiones que  no dan margen de ahorro y mucho menos para festejos. Porque si bien hubo compañeros que lograron hacer su ronchita económica a través de su vida activa, tuvieron que echar mano de sus ahorros para poder solventar los gastos familiares y ni modo, todo acabó.

Sea pues. Vale.