CRÓNICA DE UN RESCATE ANUNCIADO
Carlos Treviño

 

En abril del 2006 se dictó sentencia a 96 años de prisión a Florence Cassez por los delitos de secuestro, delincuencia organizada y portación de armas de uso exclusivo del ejército. Esta francesa era pareja y parte de la banda Los Zodiaco presidida por Ismael Vallarta Ceniceros, que fueron capturados junto a otras personas, en el rancho Las Chinitas donde tenían tres personas secuestradas. No sé si de motu proprio o instruido por algún personaje, discretamente, un juez redujo la sentencia a 60 años, probablemente como muestra de buena voluntad, previo a una visita oficial a México del Presidente Francés Nicolás Sarkozy. Pero ándale que en vez de agradecer el gesto, Sarkozy solicitó la extradición de su compatriota evocando lo estipulado en la convención de Estrasburgo firmado entre los dos países.

El presidente Sarkozy se ha instalado como el tutor del caso Florence y ha usado a los padres de ella como fondo lloroso en sus apariciones públicas, buscando la conmiseración y lastima de los extraños y la simpatía de los propios. Lo ha logrado. Prendió la mecha dentro del Congreso Francés y ya los diputados han iniciado una autentica cruzada levantando a la sociedad francesa en apoyo a Florence, la francesa que paga por una acusación plagada de irregularidades (según dicen). Florence fue capturada junto a Israel y otras personas. En el sitio tenían tres personas secuestradas. Hay testimonios de tipo visual, auditivo y fotografías en ámbitos de diversión y familiares donde departen la pareja y los padres de ella.

La defensa de Florence evoca y explota las irregularidades dadas después de la detención, cuando la policía recreó el operativo de la captura a fin de transmitirlo en vivo a sugerencia de las dos principales televisoras, con el avieso fin de vestirse de héroes (tanto las televisoras como la agencia federal de investigación) pero donde que al descubrirse la trama se deteriora más la ya despostillada imagen de la Procuración de Justicia Mexicana. La escenificación falsa no exime de culpabilidad a la ciudadana francesa pero debiera ser juzgada y castigada (la escenificación) pero eso es otra historia. Por lo pronto, las relaciones entre los dos países se tensaron al grado que el Presidente Sarkozy dispuso que en cada evento del año de México en Francia se invoque el caso Cassez a lo que el Presidente Felipe Calderón respondió con la cancelación del festejo.

Felicito la postura del Presidente Calderón que mostró carácter e hizo lo debido. El Presidente Sarkozy está empeñado en repatriar a Florence y ha propiciado que el caso se sobredimensione. Ojala que no llegue a impactar en la balanza comercial. De momento el Presidente Sarkozy anda ocupado comandando a los aliados en las acciones bélicas contra Muamar Kadafi en Libia lo que le está restañando la popularidad perdida por sus exabruptos; pero desocupándose volverá a insistir con el caso Cassez. Bien por el Presidente Calderón; aunque debo confesar que el asunto me deja escaldado por lo chicloso de nuestro sistema de procuración de justicia. ¿Ud qué opina?