Fugio, con posibilidades de éxito electoral

Al llegar a la cita, me tocó sentarme frente a Fugio, nuestro entrevistado de esa soleada mañana de sábado, en un hotel ubicado por el rumbo del parque de La Loma.

La verdad no recordé la fecha exacta de cuando lo conocí; sólo vino a mi mente a ese joven que andaba pegando carteles, y haciendo activismo a favor del escuálido partido de los comunistas en Nayarit, pero me caía bien (me sigue simpatizando) Jorge Armando Ortiz Rodríguez, quien era afecto a hablarme siempre, o la mayoría de las veces, de Alejandro Gascón Mercado.

Sonreí para mis adentros, al traer a la memoria a Fugio, en su faceta de luchador, y cuando en forma de recompensa por mi trabajo periodístico, me daba boletos para entrar gratis a la arena a ver las peleas.

Reviví aquella ocasión en que me citaron a una conferencia para hablar de cierta reforma judicial que los alarmó sobremanera, y el dirigente del PC Benjamín Cedano, exclamó: Dios nos agarre confesados!

Ahora también, Ortiz mencionó alguna frase bíblica, lo que inquietó a mi compañero periodista Sergio Mejía Cano, quien le preguntó si tenía alguna creencia relacionada con el Dios de la biblia, pues él suponía que era un libre pensador; y contestó que muchos hombres con ideales comunistas y socialistas, tenían relación con la fe, y mencionó a algunos; entre ellos Camilo Torres, afirmando que se identificaba al igual que éste, con la teología de la liberación.

Las preguntas iban y venían:   que si los de izquierda vivían como millonarios, que si el PT ahora que él es dirigente había salido de su etapa oscura, que qué opinaba del gobierno de Navarro y los desencuentros con la presidenta Municipal de Tepic, Geraldine...

También le preguntaron que:

De dónde salió el mote de Fugio, y la anécdota me encantó; siendo pequeño, en sus primeros grados de primaria uno de los niños más grandes quiso comprobar quienes eran "hombres”, y para tal efecto tendrían que mencionar cuántas novias tenían, y sus nombres; cuando llegaron con él, apenado, dijo que no tenía novia, provocando que se burlaran y lo llamaran esa palabra que empieza con jota.

Así es que se recompuso, y tomando valor, aseveró que sí tenía nomás una novia, por lo que lo cuestionaron sobre el nombre, y entonces dijo tímidamente que se llamaba Refugio, por lo que entre risas y algarabía lo empezaron a llamar el Fugio, que se convirtió después en su nombre de batalla.

La fruta, el jugo, el café, y los demás componentes de nuestro desayuno iban desapareciendo, mientras la amena plática transcurría.

Como luchador social y político de hueso colorado, en algún momento dio el salto al PT, pues es un partido con una importante base social, y en este momento es diputado federal, aunque ya pasó antes por la diputación local.

Pero el meollo del asunto es que Fugio tiene aspiraciones políticas al senado, y quiere conquistar un escaño durante las próximas elecciones. Considera, que, al pertenecer ahora al Partido del Trabajo, que es la tercera fuerza electoral en Nayarit, tiene amplias posibilidades de éxito, por lo que le gustaría seguir representando a su gente, y dar el salto de una cámara a otra.

Deseo que sus sueños de seguir escalando en la política se hagan realidad, pues tiene una familia numerosa que mantener, compuesta por su esposa, su mamá, dos hijos y cinco perrijos. Y desde luego, también para que ayude al pueblo, que está presto a representar por otros seis añitos nada más.