La enseñanza a los niños y jóvenes con dislexia
José Octavio Camelo Romero ·
3 de junio, 2025 ·
Hace 203 días
El cerebro de una persona con dislexia difiere anatómica y funcionalmente del de una persona sin dislexia, esto es, del de una persona neurotípica, tanto en términos de conexiones cerebrales y áreas activas durante la lectura. Las personas con dislexia pueden tener, y de hecho tienen, conexiones alteradas en áreas del cerebro involucradas en el procesamiento del lenguaje, como el área temporal y el área parietal, izquierdas. También muestran una mayor actividad en áreas del cerebro que asociadas con la creatividad y la resolución de problemas, correspondientes al lado derecho del cerebro.
Veamos algunas diferencias entre los cerebros, el neurotípico o sin dislexia y el cerebro disléxico:
Conexiones cerebrales:
En personas neurotípicas, las conexiones cerebrales en áreas relacionadas con el lenguaje suelen ser más fuertes y eficientes. En personas con dislexia, estas conexiones pueden ser alteradas o menos desarrolladas.
Áreas cerebrales activas:
Durante la lectura, las personas neurotípicas o sin dislexia, tienden a activar áreas del cerebro en el hemisferio izquierdo, especialmente las áreas temporales y parietales relacionadas con el lenguaje. Las personas con dislexia muestran una mayor actividad en áreas distintas del cerebro, en áreas del hemisferio derecho, para compensar las dificultades en el procesamiento del lenguaje.
Diferencias en áreas cerebrales:
Investigaciones sugieren que las personas con dislexia tienen diferencias en el volumen y la estructura de ciertas áreas cerebrales, como la cápsula interna y la corteza motora, que están involucradas en la lectura y el lenguaje.
Comprensión de la lectura:
Las personas con dislexia pueden tener dificultades para decodificar letras y palabras, lo que puede afectar la velocidad y la precisión de la lectura.
Otros aspectos:
Las personas con dislexia pueden tener fortalezas en áreas como la creatividad, la resolución de problemas y la intuición, que son habilidades que se asocian con el hemisferio derecho del cerebro.
En resumen, las diferencias en el cerebro de una persona con dislexia en comparación con una persona neurotípica sin dislexia, se manifiestan en áreas como las conexiones cerebrales, las áreas activas durante la lectura y la escritura, y el procesamiento de la información. Estas diferencias pueden afectar la forma en que las personas con dislexia procesan el lenguaje y pueden tener un impacto en su habilidad para leer, escribir y aprender.
Por todo lo anterior, podemos concluir que:
El cerebro de las personas con dislexia es diferente al de aquellas sin dislexia.
Las personas con dislexia tienen conexiones alteradas en dos áreas del hemisferio izquierdo: la temporal izquierda relacionada con las letras y una zona parietal especializada en unir letra y sonido.
Las personas con dislexia tienen menor plasticidad cerebral, lo que dificulta los procesos de automatización.
Las personas con dislexia utilizan rutas diferentes para la lectura eficiente. Cuando son capaces de leer de forma eficiente, se activan áreas del hemisferio derecho que no se activan en las personas sin dislexia.
El entrenamiento además de mejorar la lectura de las personas con dislexia, modifica su cerebro y construye un nuevo recableado cerebral.
Con la superación de las dificultades de la dislexia, surge un aumento de la sustancia gris en la región frontal del cerebro, lo que sugiere, trabajar las funciones ejecutivas para mejorar la dislexia.
La lectura aumenta la sustancia blanca del cerebro de las personas con dislexia
Las personas con dislexia pueden destacar en otras habilidades.
Enseguida expondremos algunos signos de personas con dislexia por edades.
Cada niño tiene un ritmo diferente de aprendizaje, y esto es normal, no algo para preocuparse. Sin embargo, problemas recurrentes en la lectura proporcionan posibles indicios de dislexia que se manifiestan de un modo diferente según el momento del desarrollo.
En Preescolar (antes de los 6 años):
Los signos de alerta de dislexia pueden aparecer mucho antes de empezar a leer, puesto que dicho trastorno afecta a una variedad de habilidades que serán los cimientos de la lectura.
Habla como un niño más pequeño: Pronuncia mal y parece conocer menos palabras que sus contemporáneos. Se da un desarrollo tardío del lenguaje
Tiene problemas para llamar a las cosas por su nombre, confunde objetos y tiene dificultad para aprender nombres, colores y letras.
Tiene dificultad para las rimas para seguir instrucciones y aprender rutinas.
Dificultades para tener equilibrio.
Torpeza a nivel motriz: dificultades al correr, saltar o brincar. Falta de control y manejo del lápiz y las tijeras. Dificultad para abotonar y abrochar o subir un cierre o cremallera.
Confusión en el vocabulario de la orientación espacial.
Problemas conductuales, debido a la frustración o a la discriminación.
Problemas en habilidades sociales.
En Primaria (6-12 años)
En esta etapa los signos de dislexia serán más evidentes, pues se espera que los niños lean y escriban.
Tiene problemas vocalizando de palabras nuevas. Dificultad para conectar letras y sonidos y para descifrar las palabras aprendidas.
Parece confundido o aburrido con los libros. Tiene problemas en la comprensión de oraciones largas.
No puede recordar los detalles de lo que leyó y se le dificulta la memorización.
Mezcla el orden de las letras. Invierte letras y palabras. La Gramática y ortografía son deficitarias.
No comprende instrucciones verbales. No toma o agarra bien el lápiz.
Su coordinación motora es pobre, es propenso a accidentes.
Problemas de conducta debido a la desmotivación. Tiene déficit de atención.
Es desorganizado en las tareas a realizar tanto en casa como en la escuela.
En Educación Secundaria (12-16 años):
Las manifestaciones de dislexia pueden empezar a aparecer en esta etapa porque es más difícil ocultarlas, debido al creciente aumento de la demanda a nivel escolar.
Lee muy lentamente: le toma tiempo terminar la lectura y evita leer en voz alta.
No encuentra la palabra correcta: balbucea o utiliza muletillas, le cuesta encontrar la palabra correcta y dice una que se parece, como por ejemplo distinguido en vez de extinguido.
Se le dificultan los proyectos escritos: le cuesta expresar ideas de manera organizada y comete muchos errores en gramática y ortografía.
Problemas de concentración cuando lee o escribe.
Le cuesta mucho pertenecer al grupo: afecta al lenguaje corporal y la comunicación, le cuesta sentirse integrado.
Las malas conductas aumentan: autoestima baja y problemas para socializarse.
Se adapta mal a ambientes nuevos: fallan sus estrategias de compensación.
Mala orientación.
En Bachillerato (16-20 años):
Algunos adolescentes pueden sentirse fuera de lugar o sin motivación porque tienen dislexia, dado que ésta puede afectar a un diverso número de destrezas:
No entiende los chistes: chistes, juegos de palabras y refranes son más difíciles de comprender para ellos.
Le cuesta expresar ideas: titubea, no encuentra las palabras adecuadas o le cuesta expresar lo que sabe.
Le falta el sentido de la dirección: confunde izquierda con derecha, tiene dificultad en leer mapas o gráficos y presenta dificultades para conducir.
Dislexia en las personas adultas:
La dislexia en la edad adulta será más complicada tratarla, pero se recomienda acudir a especialistas.
Problemas para concentrarse y memorizar cosas: dificultades para hallar la palabra que quiere expresar, problemas entre izquierda y derecha, etc.
Veamos algunas diferencias entre los cerebros, el neurotípico o sin dislexia y el cerebro disléxico:
Conexiones cerebrales:
En personas neurotípicas, las conexiones cerebrales en áreas relacionadas con el lenguaje suelen ser más fuertes y eficientes. En personas con dislexia, estas conexiones pueden ser alteradas o menos desarrolladas.
Áreas cerebrales activas:
Durante la lectura, las personas neurotípicas o sin dislexia, tienden a activar áreas del cerebro en el hemisferio izquierdo, especialmente las áreas temporales y parietales relacionadas con el lenguaje. Las personas con dislexia muestran una mayor actividad en áreas distintas del cerebro, en áreas del hemisferio derecho, para compensar las dificultades en el procesamiento del lenguaje.
Diferencias en áreas cerebrales:
Investigaciones sugieren que las personas con dislexia tienen diferencias en el volumen y la estructura de ciertas áreas cerebrales, como la cápsula interna y la corteza motora, que están involucradas en la lectura y el lenguaje.
Comprensión de la lectura:
Las personas con dislexia pueden tener dificultades para decodificar letras y palabras, lo que puede afectar la velocidad y la precisión de la lectura.
Otros aspectos:
Las personas con dislexia pueden tener fortalezas en áreas como la creatividad, la resolución de problemas y la intuición, que son habilidades que se asocian con el hemisferio derecho del cerebro.
En resumen, las diferencias en el cerebro de una persona con dislexia en comparación con una persona neurotípica sin dislexia, se manifiestan en áreas como las conexiones cerebrales, las áreas activas durante la lectura y la escritura, y el procesamiento de la información. Estas diferencias pueden afectar la forma en que las personas con dislexia procesan el lenguaje y pueden tener un impacto en su habilidad para leer, escribir y aprender.
Por todo lo anterior, podemos concluir que:
El cerebro de las personas con dislexia es diferente al de aquellas sin dislexia.
Las personas con dislexia tienen conexiones alteradas en dos áreas del hemisferio izquierdo: la temporal izquierda relacionada con las letras y una zona parietal especializada en unir letra y sonido.
Las personas con dislexia tienen menor plasticidad cerebral, lo que dificulta los procesos de automatización.
Las personas con dislexia utilizan rutas diferentes para la lectura eficiente. Cuando son capaces de leer de forma eficiente, se activan áreas del hemisferio derecho que no se activan en las personas sin dislexia.
El entrenamiento además de mejorar la lectura de las personas con dislexia, modifica su cerebro y construye un nuevo recableado cerebral.
Con la superación de las dificultades de la dislexia, surge un aumento de la sustancia gris en la región frontal del cerebro, lo que sugiere, trabajar las funciones ejecutivas para mejorar la dislexia.
La lectura aumenta la sustancia blanca del cerebro de las personas con dislexia
Las personas con dislexia pueden destacar en otras habilidades.
Enseguida expondremos algunos signos de personas con dislexia por edades.
Cada niño tiene un ritmo diferente de aprendizaje, y esto es normal, no algo para preocuparse. Sin embargo, problemas recurrentes en la lectura proporcionan posibles indicios de dislexia que se manifiestan de un modo diferente según el momento del desarrollo.
En Preescolar (antes de los 6 años):
Los signos de alerta de dislexia pueden aparecer mucho antes de empezar a leer, puesto que dicho trastorno afecta a una variedad de habilidades que serán los cimientos de la lectura.
Habla como un niño más pequeño: Pronuncia mal y parece conocer menos palabras que sus contemporáneos. Se da un desarrollo tardío del lenguaje
Tiene problemas para llamar a las cosas por su nombre, confunde objetos y tiene dificultad para aprender nombres, colores y letras.
Tiene dificultad para las rimas para seguir instrucciones y aprender rutinas.
Dificultades para tener equilibrio.
Torpeza a nivel motriz: dificultades al correr, saltar o brincar. Falta de control y manejo del lápiz y las tijeras. Dificultad para abotonar y abrochar o subir un cierre o cremallera.
Confusión en el vocabulario de la orientación espacial.
Problemas conductuales, debido a la frustración o a la discriminación.
Problemas en habilidades sociales.
En Primaria (6-12 años)
En esta etapa los signos de dislexia serán más evidentes, pues se espera que los niños lean y escriban.
Tiene problemas vocalizando de palabras nuevas. Dificultad para conectar letras y sonidos y para descifrar las palabras aprendidas.
Parece confundido o aburrido con los libros. Tiene problemas en la comprensión de oraciones largas.
No puede recordar los detalles de lo que leyó y se le dificulta la memorización.
Mezcla el orden de las letras. Invierte letras y palabras. La Gramática y ortografía son deficitarias.
No comprende instrucciones verbales. No toma o agarra bien el lápiz.
Su coordinación motora es pobre, es propenso a accidentes.
Problemas de conducta debido a la desmotivación. Tiene déficit de atención.
Es desorganizado en las tareas a realizar tanto en casa como en la escuela.
En Educación Secundaria (12-16 años):
Las manifestaciones de dislexia pueden empezar a aparecer en esta etapa porque es más difícil ocultarlas, debido al creciente aumento de la demanda a nivel escolar.
Lee muy lentamente: le toma tiempo terminar la lectura y evita leer en voz alta.
No encuentra la palabra correcta: balbucea o utiliza muletillas, le cuesta encontrar la palabra correcta y dice una que se parece, como por ejemplo distinguido en vez de extinguido.
Se le dificultan los proyectos escritos: le cuesta expresar ideas de manera organizada y comete muchos errores en gramática y ortografía.
Problemas de concentración cuando lee o escribe.
Le cuesta mucho pertenecer al grupo: afecta al lenguaje corporal y la comunicación, le cuesta sentirse integrado.
Las malas conductas aumentan: autoestima baja y problemas para socializarse.
Se adapta mal a ambientes nuevos: fallan sus estrategias de compensación.
Mala orientación.
En Bachillerato (16-20 años):
Algunos adolescentes pueden sentirse fuera de lugar o sin motivación porque tienen dislexia, dado que ésta puede afectar a un diverso número de destrezas:
No entiende los chistes: chistes, juegos de palabras y refranes son más difíciles de comprender para ellos.
Le cuesta expresar ideas: titubea, no encuentra las palabras adecuadas o le cuesta expresar lo que sabe.
Le falta el sentido de la dirección: confunde izquierda con derecha, tiene dificultad en leer mapas o gráficos y presenta dificultades para conducir.
Dislexia en las personas adultas:
La dislexia en la edad adulta será más complicada tratarla, pero se recomienda acudir a especialistas.
Problemas para concentrarse y memorizar cosas: dificultades para hallar la palabra que quiere expresar, problemas entre izquierda y derecha, etc.
