Chisgarabís

Se quiera o no, Miguel Ángel Navarro Quintero, gobernador de Nayarit, se ha metido en camisa de once varas. Unilateralmente determinó la suspensión sobre extracción de materiales pétreos del cerro de San Juan, montaña cuya ubicación versa en espacio territorial de los municipios de Tepic y Xalisco.

Para llegar a esta decisión, Juan Antonio Echeagaray Becerra, secretario general de gobierno, argumenta que las empresas que durante 30 años han usufructuado el redituable negocio incumplieron acuerdos. Lo que quiere decir que hay acercamiento entre gobierno estatal y los dueños del capital.

Echeagaray expone que los empresarios no cumplen con “trabajos de reforestación, tampoco de reubicación y mucho menos con la remodelación de las zonas afectadas por la misericorde extracción de materiales pétreos”. Se embolsan extraordinarios dividendos, pero no hacen desembolso en la reparación de la estropeada zona ecológica.

El gobernador Navarro Quintero actuó con valor y determinación. No meterá las manos en favor de ninguno de los implicados, llámese como se llame. Hizo referencia a un presidente municipal. Y el imaginario colectivo en el acto destapó el nombre de Heriberto Castañeda, actual alcalde de Xalisco, que, se sabe, durante años se ha dedicado a explotar las minas de materiales pétreos.

Porque ha lesionado fuertes intereses económicos, de suma cuantiosos para los afectados, el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, no está exento de sufrir un atentado, pese haberse mostrado intrépido a la hora de ordenar cerrojo a la extracción de los materiales para construcción.

Y se piensa en la agresión por el episodio violento que en la actualidad atraviesa la mayoría de entidades de nuestro país, agitación que rompe la normalidad y la estabilidad de la vida colectiva. Incluso hay quienes estiman que desapareció el Estado de derecho, es decir, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, incluidos aquellos que detentan el poder.

Cuando los choferes de góndolas y otros grandes vehículos de carga se manifestaron con todo y unidades este lunes frente a Palacio de Gobierno en Tepic, el gobernador Navarro intentó atenuar el disgusto de los trabajadores al anunciar oficialmente la entrega, por parte del gobierno, de dos mil pesos semanales durante el tiempo que dure el conflicto.

Sin embargo, los choferes de unidades de volteo se mostraron inconformes con la decisión del ejecutivo estatal porque consideran que la controversia origen de su desempleo, bien puede permanecer “seis meses o hasta un año”. Por tanto, sopesan que el gobierno estatal incumplirá con el pago para la manutención de centenares de choferes y sus familias.

Cierre: “No alboroten la caballada, porque nos puede llevar la chingada”: Porfirio Díaz.