El festival que se nos fue

-Primera parte-

“La acción expresa las distintas prioridades.”

-Mahatma Gandhi.

En el año 2001, tuvimos el primer festival cultural “Amado Nervo”, convirtiéndose en el acontecimiento cultural y artístico más importante del Estado de Nayarit. Con sede en la ciudad de Tepic, buscaba posicionar la obra y figura de Amado Nervo, además de abrirse a las diferentes propuestas, visiones y concepciones contemporáneas del ámbito artístico; de esta manera tuvimos figuras como: Eugenia León, Armando Manzanero, Francisco Cespedes, Luis Eduardo Aute, Oscar Chavez, Susana Zavaleta, entre muchos otros de talla internacional.

Con los años, el festival se fue consolidando y la gente empezaba a apropiárselo, y aquella idea del “Nervantino”, expuesta por allá del ‘99’, al entonces gobernador electo, Antonio Echevarría Domínguez, de parte del amigo y gran actor Armando Santa Cruz Ruiz, comenzaría a tomar forma. No obstante, de celebrarse en el mes de mayo, con las ocurrencias de los diferentes directores se fue moviendo hasta llegar al mes de noviembre y casi empalmarlo con los festejos del día de muertos; aun así, con este festival los nayaritas pudimos apreciar artistas y espectáculos que de otra manera hubiera sido imposible que llegaran a nuestra tierra.

Pero entonces, ¿qué pasó? Pues las malas decisiones en los nombramientos de los titulares de cultura nos cobraron factura, y de esta forma tan solo en el tiempo de Roberto Sandoval, sus dos catastróficos directores en el sector, hicieron mucho daño: a la primera se le conoció como la “sepulturera de la cultura en Nayarit”, y el segundo, hoy carga con varias observaciones administrativas que no ha logrado solventar, y pues aquí fue, donde el festival perdió seriedad, con el primer gran engaño orquestado por ambos, directora y subdirector, quienes anunciaban con bombo y platillo la presentación del “Cirque du Solei”, para lo cual desplegaron toda una farsa en el polideportivo de la UAN. ¿Y sabe usted cuando llegó el “Cirque du Solei”?... ¡JAMÁS! 

Claro que no hubo una sola consecuencia para ellos, pero sí para el festival, porque dejaron el precedente de que se podía actuar impunemente al frente del mismo, total: a nadie en el gobierno le interesaba el festival. Pues, ¿qué cree? Hoy ese mismo sujeto es quien le pone el ultimo clavo al ataúd del festival cultural Amado Nervo, nuevamente incrustado en las esferas del poder, pero ahora desde la educación. Tiene la gran idea de crear un nuevo festival en las fechas, claro, del Amado Nervo, con un presupuesto del cual careció el propio Festival “Amado Nervo”, y es aquí donde surgen varias dudas y quedan expuestas varias situaciones que la verdad no se valen.

Vayamos por partes; en primer lugar ¡ambos festivales fueron un rotundo fracaso! El primero (Amado Nervo) pecando excesivamente en la austeridad, desorganización y abandono total por la institucionalidad, con un supuesto presupuesto de dos millones de pesos -que la verdad no se vieron por ninguna parte-, y sacando más o menos cuentas partiendo del tope salarial a los artistas locales, de un pago de $5,000.00 (cinco mil pesos) por presentación, pues a ojo de buen cubero el festival debió costar apenas arriba de $500,000.00 (quinientos mil pesos) y el resto del presupuesto asignado al festival Amado Nervo pues, uno no quiere pensar mal, pero ese millón y medio de pesos restantes coinciden con los números invertidos en el primer Festival de la Escritura y las Artes “Nuestras Raíces”. Habrá que ver que nos dicen a través del ITAI; esperemos y no, porque entonces ya tendríamos otro festival con presupuesto propio, lo cual es maravilloso para todo el Estado, más no necesario.

Y antes de que alguien “brinque” tocante del por qué señalo que dicho festival (“de la Escritura y las Artes: Nuestras raíces”) fue un fracaso también a la par del Amado Nervo, pues diré una razón muy simple: vea usted las imágenes, además de habérsele facilitado toda la estructura de Gobierno -cosa que al Amado Nervo no, es más hasta lo corrieron de su sede en la plaza Benito Juárez a medio festival, para echarlo a la oscura concha acústica de la loma donde ni los murciélagos llegaron-, al “Nuestras Raíces” le facilitaron el auditorio Amado Nervo, y al festival Amado Nervo, pues no, porque simplemente ¡ya no es amado!.. 

Al de “Nuestras Raíces” le movieron toda la burocracia para que asistiera y estuviera presente en horas de trabajo, así que súmele usted esas horas hombre que dejó de trabajar todo ese público asistente, y aun con todo esto lució igual de vacío que el Amado Nervo. A este último lo inauguró el Secretario General de Gobierno, mientras que al de “Nuestras raíces” el mismísimo Gobernador y todos los funcionarios de primer nivel, mientras que en el Amado Nervo apenas y llegábamos a los 150 asistentes con todo y técnicos, es más ni los vendedores ambulantes lo pelaron en esta emisión.

La estrategia fue simple: exhibir al CECAN (aquí pues, a decir verdad, tampoco se tenían que esforzar demasiado) y mostrase como los verdaderos conocedores de la cultura en el Estado, lo cual es una verdadera falacia; el medio o el instrumento, fue de forma muy lamentable el moribundo Festival cultural “Amado Nervo”, y casi les sale perfecto todo, solo que hay dos cosas que olvidaron: la historia y a la comunidad cultural nayarita que no olvida todas sus fechorías cuando estuvieron al frente del CECAN. Otro error muy grave y el más lamentable, fue soltar desde las oficinas de ‘ciudad del valle’ el cese de la titular de cultura, desde el miércoles pasado, con lo que sumieron al CECAN en una incertidumbre laboral terrible, y desde ese mismo momento ellos candidatear al sucesor, claro y obvio que del equipo “exitoso” creadores del primer Festival de “la Escritura y las Artes: Nuestras Raíces”. En fin, así las cosas, en cultura por nayarilandia.

Continuara…