Crisol de Soledades

Hoy

tengo la consigna de levantar la voz.

De elevar mi plegaria por encima del ruido.

De tararear la estrofa de este canto liberto 

parido en las auroras de los pueblos que aman su libertad

tanto como a su vida.

Quiero sin que el pulso me tiemble

escribir la epopeya cotidiana del labriego

que a fuerza de fatiga hace parir el surco

sin otra recompensa que su sudor bendito

y un jornal miserable.

Hoy 

dedo liquidar viejos fantasmas

que rondan mi cabeza desde nin@.

Y que el recuento de los días fugados

me lleve a la metafora que persigo en mis sueños.

Quiero sumar mi voz al torrente de voces

que reclaman justicia.

A esa region de parias que deambulan

sin mayor esperanza que al infierno del

hambre y la ignorancia.

Hoy

no es el tiempo de lisonjas vanas ni de hablar

del murmullo de los mares,

ni el trino de los pájaros.

Ahora la palabra precisa

un nuevo rumbo, porque es hora

de hablar sin espejismos en pro

de aquellos que atesoran solo su hambre milenaria.

Quiero lanzar mi voz y mi reclamo

a ese pueblo que habita mis entrañas

y que vive medrando complaciente en 

contubernio con mi ego absurdo.

Para sacar del fondo de mi alma

el exabrupto que guarde por siglos

por comodidad y conformismo.

Hoy, quiero simplemente

lanza mi voz al viento...