No es lo mismo un estadio de futbol que una unidad deportiva
Sergio Mejía Cano
06 de Junio de 2025
Comentando con algunos camaradas sobre el triste acontecimiento que está sucediendo en la ya casi otrora Ciudad de las Artes, situada en donde alguna vez estuvieron los antiguos y emblemáticos estadios de beisbol y futbol, se llegó a la conclusión, entre la mayoría de los que charlábamos de este lamentable suceso, de que no debió ni debe de ser, ya que en cierta forma se ataca al arte y la cultura, bellas artes que de por sí ya tiene varios años que no cuentan ni tienen prácticamente ningún tipo de apoyo por parte de las autoridades encargadas de estos ramos y ni de los políticos.
Se dice que, en su campaña, el actual gobernador, Miguel Ángel Navarro Quintero, prometió la construcción de los estadios, no nada más de uno, sino de los dos que se habían destruido entre los años 2009-2010, precisamente en el sexenio gubernamental del entonces gobernador, Ney Manuel González Sánchez. Así que debido a esta promesa es que, sin importar que ya había unas relativamente nuevas construcciones dedicadas al arte y la cultura, lo que no importó en lo absoluto y menos, las protestas ciudadanas para evitar esta destrucción, porque, así como hay gente que apoya el deporte, todavía quedan muchos tepiqueños, visitantes e hijos adoptivos de la capital nayarita que gustan del arte y la cultura; aunque usted no lo crea.
En algunos comentarios en las redes sociales y una que otra publicación de los medios informativos que hablan de esta destrucción, hay quienes aducen que se debe dar más impulso al deporte; ¡claro que sí! Sin embargo, Un estadio deportivo, específicamente para juegos de futbol no lo impulsa al igual que una unidad deportiva, ya que una unidad de este tipo tiene canchas para otros tipos de deportes como natación, voleibol, beisbol, básquet, atletismo, frontón, frontenis, tenis, etcétera y, un estadio de futbol es para la confrontación de dos equipos entre sí, es decir, como exhibición de este deporte; se entiende que el espacio de un estadio de futbol se puede aprovechar para otro tipo de eventos y espectáculos, pero que no contribuya para seguir sobajando el arte y la cultura, porque si bien el deporte, como el futbol, sirve de mucho para el ejercicio físico, para el ejercicio mental sirve más el arte y la cultura. Por supuesto que tanto el deporte como el arte y la cultura sirven para apartar en cierta forma a la juventud de los vicios, en determinado caso a esta juventud y de más edad, les podría hacer más provecho el arte y la cultura.
En los mismos comentarios en las redes sociales varias personas señalan que era necesario volver a construir el desaparecido estadio de futbol y con el mismo nombre: Nicolás Álvarez Ortega, porque era un lugar en completo abandono, sin mantenimiento de ninguna clase, por lo que prácticamente representaba un peligro para quienes se atrevieran a transitar por sus alrededores por la noche, pues se llegaron a ver personas de mala estampa, tal vez drogándose.
Sin embargo, ese abandono del que se habla, ¿acaso es culpa de la sociedad? ¡Por supuesto que no! Porque en todo caso la culpa es de las autoridades encargadas de su mantenimiento debido a que ahí se construyó la Escuela Superior de Música, así como un auditorio al aire libre y un cine, además de un Centro de Proyección Turística y áreas para actividades deportivas como el patinaje y práctica de patineta. Pero también se construyeron plazas y jardines, andadores y hasta un puente peatonal; todo esta a punto de desaparecer de una vez y para siempre.
Siguiendo con estos comentarios en las redes sociales, también hay quienes señalan que lo que le hace falta a Tepic cada día más son áreas verdes y no más cemento y hormigón y más, porque se ha publicado que el pasto del nuevo estadio de futbol que a como dé lugar se construirá porque se construirá, contará con pasto artificial, algo que, por más moderno que sea y de última generación, jamás se comparará con el pasto natural, lo que permite que el agua de lluvia vaya y se aproveche surtiendo los mantos freáticos.
Un gran pesimismo pesa entre los protectores del medio ambiente, del arte y la cultura, así como quienes disfrutan de ejercitarse caminado, algo que mucha gente llevaba a cabo en esta casi desaparecida Ciudad de las Artes.
Y, a propósito de la falta de mantenimiento y remoción en vez de destrucción, es lo que se hace por lo regular para desaparecer o privatizar algo he ahí el claro ejemplo de todo lo que se privatizó en los pasados sexenios como Telmex y los ferrocarriles.
Sea pues. Vale.
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