Aquellos tiempos...
Oscar González Bonilla
09 de Junio de 2025
Hoy martes 7 de junio de 2016 durante la mañana, después de las 11:00 horas, me presenté en la oficina que ocupa el licenciado Ramiro Ávila Castillo, titular de la Consejería Jurídica del Ayuntamiento de Tepic.
Su secretaria, quien por cierto porta un collarín, me anunció que “el licenciado no se encuentra”, cosa muy común.
Le pedí le informara de mi visita, previo a la solicitud de mi nombre, y manifesté que regresaría más tarde.
Un día anterior, mediante mensajes de texto vía teléfono celular le solicité entrevista para hablar de política y cosas peores, no, no es así, más bien para hablar sobre el asunto de la demanda penal en contra del anterior alcalde de Tepic, Héctor González Curiel, motejado como “El Toro”.
Le recordé que en abril él me dijo que la autoridad federal a más tardar el primero de mayo último resolvería sobre la culpabilidad o inocencia de “El Toro” por el desvío de dinero público y otras lindezas.
-El asunto está en revisión, va para largo, me contestó.
De eso quiero que usted me informe, señor licenciado. Al tiempo que hice petición de audiencia. Pero fue largo su silencio.
Decidí afrontar el tema vis a vis. Hoy martes, después de las 2 de la tarde, regresé como lo había prometido a la oficina del licenciado Ramiro Ávila Castillo. Distraída la secretaria, cuando advirtió mi presencia de inmediato se abalanzó a cerrar la puerta de la oficina sin importar el esfuerzo físico que pudiera lastimarla. Pero alcancé a ver la presencia del titular de la Consejería Jurídica en el sitio de costumbre.
Seguramente había órdenes precisas del licenciado Ávila de ahuyentar a como diera lugar al enfadoso reportero de la gente. Se colocó de espaldas a la puerta como para impedir el paso y evitar fuera abierta por la fuerza. Esperé a que la secretaria con collarín terminara de hablar por teléfono celular, fue entonces cuando me dio el estúpido argumento: “El licenciado no se encuentra, vino y de nuevo salió”.
Sobremanera me molestó la actitud. Tan sencillo que hubiera sido que el señor licenciado Ramiro Ávila Castillo dijera al reportero de la gente no quiero hablar del tema por múltiples razones. Por ejemplo: En estos momentos una declaración en relación a la demanda penal contra “El Toro” afecta políticamente los intereses del doctor Polo Domínguez. Como ésta, miles de babosadas hubieran dejado satisfecho al reportero de la gente, quien es hombre de razón.
Los funcionarios del doctor Polo Domínguez se manejan con una intolerante soberbia, creen soñando haber llegado ya al poder del gobierno estatal.
Por lo pronto he de manifestar, señor alcalde, que eliminaré de mi agenda al licenciado Ramiro Ávila Castillo, titular de la Consejería Jurídica, como fuente de información.
Y como las cosas cada día se complican en el Ayuntamiento de Tepic para el reportero de la gente, lo mejor es emprender la graciosa huida. Hasta la vista baby.
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