Percance familiar
Julieta Conrado
29 de Julio de 2025
Ha concluido el rito del bautizo
y en el atrio del templo
el numeroso grupo de chiquillos
con regocijo espera ese momento,
el puño de monedas
abandona la mano y surca el cielo.
En ese justo instante estoy cruzando el atrio,
mi madre me ordenó que fuera al tesorero
y que raudo trajera un balde de agua
para poder cocer los alimentos,
en instantáneo impulso alcé mi balde
y muchos de esos cobres atrapé sin quererlo.
Se me borró el encargo de mi madre,
contando las monedas perdí el tiempo,
cansada de esperar, la autora de mis días
arrebátame el balde, y del suceso,
como testiga muda del percance
tengo una cicatriz como recuerdo.
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