Sembrar árboles siempre será viable

Cierta vez leí una anécdota que decía que cuando Napoleón mandó sembrar miles de árboles en toda Francia, pero principalmente en París, además de reforzar los Campos Elíseos, uno de sus allegados le preguntó por qué había mandado sembrar tantos árboles, sobre todo muchos de ellos que tardarían hasta cien años o más en alcanzar su frondosidad y que la respuesta del emperador fue: porque amo a Francia.

Sin embargo, tal vez este pensamiento no sea único en Napoleón, porque un camarada me comentó que su abuelo de 84 años de edad de pronto se agarró sembrando varios tipos de árboles en el corral de su casa en una zona rural y que le preguntó a su abuelo que él ya no los iba a ver crecer, y la respuesta de su abuelo fue que él ya no, pero que tal tus hijos, tus nietos y los hijos de tus nietos y así sucesivamente. Y sí, ahí están todos esos árboles que había sembrado su abuelo hace ya más de 30 años.

Se dice que al igual que el agua, los árboles y casi toda la vegetación en general significan vida y salud, aparte de proporcionar oxígeno y, precisamente atraer la lluvia, además de contribuir a la manutención de los mantos freáticos, fortalecer con sus raíces el subsuelo; ser vivienda para infinidad de aves y mamíferos, etcétera.

Y a propósito de lluvias, se ha comentado que en Tepic, Nayarit ya no ha llovido como antes, pues a pesar de que sí se han visto caer fuertes tormentas, ya no son tan constantes en determinadas zonas de la capital nayarita; se ha visto que en los alrededores de la ciudad ha estado lloviendo con más contundencia, por lo me ha tocado oír a personas ya mayores de edad, por lo que algunas de ellas ya no están físicamente en este mundo que decían que con el crecimiento de la cuidad y la deforestación que esto conlleva es porque ya no llueve como antes en Tepic, pues se han talado muchos árboles, arbustos y toda clase de plantas y matas, así como los que caen por vientos y lluvias que en muchas ocasiones ya no se reponen, y que es por eso mismo que por la falta de vegetación en la mayor parte de la ciudad ya no se atraen las lluvias como hace todavía unos 20 años y un poco atrás.

Al caminar por la mayoría de las calles del Centro Histórico de Tepic se observa de inmediato la falta de vegetación, si acaso árboles pequeños que son más bien de ornato que naturales; el problema es que por lo estrecho de la mayoría de las calles y avenidas no habría forma de sembrar árboles de buen tamaño, porque podría ser contraproducente en caso de que al no sembrarse profundamente, hay árboles que al crecer sus raíces podrían desbaratar banquetas y hasta fachadas de casas representando esto más un riesgo que un remedio.

Sin embargo, en la periferia de la ciudad sí sería más factible sembrar árboles, así como en camellones, parques y jardines que existen en algunas de las colonias que circundan el centro de la ciudad, tal y como ya se ha estado haciendo en el parque Esteban Baca Calderón, más conocido ahora como La Loma, así como en La Alameda, parques que se representan como pulmones de la ciudad de Tepic. Pero el mayor pulmón es el cerro de San Juan, en donde afortunadamente es en donde se ha estado llevando a cabo una buena y benéfica reforestación con la plantación de árboles que ojalá duren y perdures, siempre y cuando no les llegue la devastación que se ha informado, lo hacen las compañías constructoras o alguien más que sacan material de este cerro, más hacia el lado del municipio de Xalisco.

Y tan es necesario que se sigan sembrando muchos árboles en donde se pueda o en los lugares en donde se han talado, porque también evitan desgajamientos de cerros y lomas, porque también está comprobado que evitan inundaciones al bajar el agua hacia sus raíces que, aparte de fortalecer los mantos freáticos contribuyen al reforzamiento de los suelos, pues se llegó a decir que el desbordamiento del arroyo El Indio en la cabecera municipal de Xalisco se debió en parte a la tala de árboles en el entorno a este arroyo; aunque también hubo quien dijo que la corriente de agua se dio más bien a las fuertes tormentas generadas por el huracán Eric en julio de 2013, pero que sí contribuyó también a este desbordamiento el que no haya habido la vegetación suficiente que pudiera retener el agua.

Pero como sea. Lo bueno es que se ha estado poniendo atención por lo pronto en el cerro de San Juan, pues las avenidas de agua generadas por la lluvia podían contar con un retén natural para esas corrientes de agua que bajan del cerro.

Sea pues. Vale.