La cuestión puede ser la falta de cultura vial

Por lo regular cuando sucede algún accidente, ya sea en un crucero público a nivel con las vías férreas o en un arroyo vehicular, casi siempre o siempre se criminaliza al conductor del vehículo, ya sea ferroviario o automotriz tachándolos de irresponsables y cafres, respectivamente.

Sin embargo, como muchas de las veces la información respecto a algún accidente de estos tipos, algunos reporteros a priori y sin investigar más allá contribuyen con su información primeriza a que mucha gente se vaya con la finta de que los maquinistas o choferes, según sea el caso se consideren como los culpables de lo ocurrido.

En lo que respecta a los vehículos que circulan sobre los rieles, de acuerdo a los reglamentos de tránsito en sus tres niveles, tanto federal como estatal y municipal, señalan que los vehículos que circulan sobre los rieles tienen preferencia de paso sobre los demás; en este sentido, en algunos reglamentos de tránsito se menciona vehículos y no nada más trenes, esto debido a que sobre los rieles también circulan, aparte de los trenes otros vehículos como armones o ya en estos tiempos más modernos, camionetas híbridas que pueden circular tanto en calles y carreteras, así como sobre los rieles y que sirven tanto para el mantenimiento de las vías del ferrocarril y los puentes y alcantarillas. 

Así que, de acuerdo a esta preferencia de paso que tienen los vehículos que circulan sobre los rieles respecto a los demás vehículos que tengan que atravesar un crucero público a nivel con las vías férreas, al igual a lo que señalan los reglamentos de tránsito de que todo vehículo automotriz al llegar a uno de estos cruceros, debe de hacer alto total por lo menos cinco metros antes del riel más cercano y no deberá cruzar hasta cerciorarse de que no circula ningún vehículo sobre los rieles y claro, además de respetar los señalamientos que existen en todos los cruceros públicos a nivel con las vías del ferrocarril como alto, para, vea y oiga; pero el problema es que la mayoría de las personas que van conduciendo un vehículo automotriz pocas veces o nunca hacen caso de estos señalamientos de hacer alto total, ver, oír y fijarse claramente que no venga ningún vehículo circulando sobre los rieles; antes, al contrario, pues en caso de ver que se aproxima un tren u otro tipo de vehículo sobre los rieles la mayoría, si no es que todas estas personas hacen la misma acción de cuando en una calle o avenida de la zona urbana el semáforo se pone en luz amarilla, lo que significa precaución por la proximidad de la luz roja, sin embargo, para muchas de estas personas tal parece que la luz amarilla en los semáforos les indica que le aceleren más.

Esto viene a ser algo parecido a cuando una persona llega a un crucero con las vías férreas y ven que se aproxima un tren se atraviesan tal vez por la entretención que les significará el detenerse a esperar que pase el tren y que van a llegar tarde a su destino, sin ponerse a pensar que en la mayoría de los cruceros o en todos, el paso de un tren, por más largo que este sea no los va a detener más de cinco minutos.

Suele suceder que, como en el reciente accidente en la ciudad de Irapuato, Guanajuato, a la mayoría de la gente les pase lo que les pasó a quienes esperaban que pasara el tren sobre el crucero en donde esperaban y, al ver que ya pasó el tren proseguir su marcha, pues es muy raro que venga otra unidad más y menos suelta, tal y como sucedió en este accidente que atrás del tren en cuestión circulaba una locomotora suelta; sin embargo, es aquí en donde entra precisamente el reglamento de tránsito, pues quienes conducían los vehículos que avanzaron una vez que pasó el tren, antes de proseguir debieron volver a fijarse antes de cruzar la vía. Insisto, es muy raro que alguien piense que vendrá alguna unidad detrás del tren que ya pasó, pero, aun así, debieron fijarse si no venía otro tren o como en este caso, una unidad suelta. 

En donde sí existe más riesgo de un accidente en un crucero a nivel con las vías férreas es en donde hay vía doble, pues un tren puede estar pasando y venir otro por la otra vía en sentido opuesto y, que las personas que conducen un vehículo automotriz al ver pasar un tren ya no se fijen que por la otra vía viene otro.

Es fácil ver y comprobar que casi nadie o nadie respeta el reglamento de tránsito al llegar a las vías, pues basta con estar y fijarse en cualquier crucero a nivel para mirar cómo se atraviesan las vías las personas que manejan esos carros.

Sea pues. Vale.