Ven los efectos sin investigar las causas
Sergio Mejía Cano
12 de Agosto de 2025
Queda claro que las personas que viven encerradas en su burbuja de cristal no ven más allá de lo que hay afuera de esa burbuja; tal es el caso del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, ahora que ha dicho que va a sacar a la gente sin techo que viven en las calles de la capital estadounidense: Washington, D.C., así como limpiar también de supuestos criminales que pululan por la ciudad, aunque la alcaldesa de esa ciudad haya dicho que los índices de violencia en las calles ya bajado considerablemente.
Donald Trump está enfocado nada más en los efectos, pero no se adentra en las causas del porqué hay tantas personas viviendo en las calles no nada más de esa ciudad, sino en otras muchas más, ya que es muy evidente que los videos que se suben constantemente a las redes sociales que muestran infinidad de personas viviendo en las calles, durmiendo en tiendas de campaña o a cielo abierto, así como mucha gente que se mira bajo claros efectos de estar drogados y posiblemente hasta en malas condiciones mentales.
El actual presidente gringo quiere o pretende desaparecer a toda esa gente por lo pronto en la capital estadounidense y tal vez posteriormente quiera seguir en otras ciudades y poblaciones más, por la posibilidad de que este primer llamado sea la punta de lanza; y si bien, el mismo desquiciado anaranjado dice que ubicarán a todas esas personas en algún lugar lejano no dice de bien a bien en dónde ni cómo lo hará; aunque se supone que el desalojo y retiro de esas personas en calidad de calle lo hará por la fuerza, pues ya ordenó a la Guardia Nacional de su país que empiece la tarea.
Esta loca idea del mandatario gringo es probable que a mucha gente no le agrade, principalmente a los mismos afectados los que tal vez tengan a su propia familia viviendo en otra parte de la cuidad o hasta en otra ya sea cercana o lejana, así como a otros ciudadanos allegados a los derechos humanos, humanistas o apegados con la legalidad que, por supuesto también los debe de haber en ese país del norte del continente y, desde luego, tal vez la protesta de otros países por considerar esta medida más que una estética a querer tapar el Sol con un dedo, pues por más medidas de este tipo que se hagan no se va a acabar con la indigencia la que probablemente crezca más debido a que la economía estadounidense no pinta nada bien para una inmensa cantidad de ciudadanos de aquel país.
Llamar o considerar desequilibrado mental a Donald Trump no es nada de romanticismo ni difamación, pues en su comportamiento ha dado muestras claras de no estar nada bien de sus facultades mentales, por lo que tal vez por eso ahora está ocupando la presidencia de su país, pues debido a su enajenación mental es más manipulable para sus titiriteros, para manejarlo más a su antojo y como desean que lo haga; al gin y al cabo, posteriormente todo esta maldad con la que se está conduciendo recaerá en él y no en quienes lo están manejando.
Está documentado que en la mayoría de las grandes ciudades de los Estados Unidos hay albergues y refugios para gente que está sin empleo o que viven en indigencia, así como lugares en donde les dan alimentos; sin embargo, también se dice que en algunas ciudades estos lugares ya no son suficientes, pues cada día crece más el número de indigentes por uno u otro motivo y no nada más migrantes, indocumentados debido a la persecución que se ha llevado a cabo sobre estas personas, sino también de ciudadanos estadounidenses que se han quedado sin empleo, sin caso y sin medios de subsistir, y no nada más afroamericanos, sino también anglosajones, gente a la que se denomina “blanca” y de ojos claros, es decir, descendientes de inmigrantes europeos de antaño. Pero al parecer esto no lo está tomando en cuenta el obnubilado cerebro de Trump ni de sus manejadores, precisamente por estar encerrados en una burbuja que no les permite ver que entre toda esa gente que quieren desaparecer de las calles también hay ciudadanos gringos “blancos” caídos en desgracia y no nada más latinos, asiáticos y afroamericanos.
Queda claro que esto de limpiar las calles de Washington, D.C., y de otras ciudades no es más que un sueño guajiro de Donald Trump, pues prácticamente es, si no imposible, sí muy difícil tratar de limpiar las calles de indigentes, drogadictos y más, de los supuestos criminales que dice el orate anaranjado están o hay entre estos indigentes y drogadictos, pues debería adentrarse en la causa que derivó en todo esto.
Sea pues. Vale.
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